La congelación que aprobó el Gobierno socialista en mayo de 2010 afectaba a las pensiones contributivas, no así a las mínimas ni a las no contributivas, que subieron en función del IPC previsto por el Gobierno, un 1%.
En caso de que en noviembre de este año la inflación interanual se situara por encima de ese 1%, los pensionistas de mínimas y de no contributivas sí serían compensados por la desviación de precios, pero sólo ellos, pues el resto de pensionistas, al no haber experimentado subidas en su prestación como consecuencia de la congelación, no tendrán que recibir compensación alguna.
Al margen de esa compensación, todas las pensiones, tanto las contributivas (que en 2011 se congelaron) como las no contributivas y las mínimas, subirán en 2012 en función del objetivo de inflación, pues la congelación en el importe de las prestaciones sólo estaba prevista para 2011.
Trabajo ha recordado además que la última reforma de las pensiones, pactada entre el Gobierno y los agentes sociales, establece una revalorización adicional del 1% a partir del 1 de enero de 2012 para las viudas y viudos mayores de 65 años que perciban una sola pensión pública, no trabajen y no tengan ingresos por otros conceptos superiores a los 6.923,9 euros anuales.
En definitiva, todas las pensiones subirán en 2012 al menos el IPC previsto. Las pensiones mínimas y no contributivas experimentarán además un aumento adicional derivado de la desviación de precios de este año (el Gobierno ha previsto el 1% y ya va por el 3%). Asimismo, las pensiones de viudedad que cumplan con los requisitos antes mencionados subirán un 1% adicional.
Fuente: www.quantor.net