La CEOE propone que la indemnización por despido objetivo en los contratos indefinidos se reduzca de los 20 a los 12 días con un máximo de un año, a pagar en su totalidad por el empresario, y que en caso del despidos improcedentes pase de 45 a 20 días, de los que ocho días correrían a cargo del Fogasa, también con un máximo de un año, frente a los dos actuales.
Así lo explicó el presidente de la CEOE, Juan Rosell, en rueda de prensa para presentar las propuestas de la patronal, resumidas en siete puntos, antes de su remisión a los partidos que concurren a las elecciones del 20N, en la que incluso dejó abierta la posibilidad de que no haya indemnización en el caso de despido objetivo por causas económicas, como ya ocurre con el despido objetivo disciplinario.
Así, preguntado por si desaparecería esta indemnización, Rosell dijo: "Si el despido es procedente, nada, es despido procedente. Dependerá. Lo concreto sería uno 20 (para el improcedente) y el otro 12 (procedente)". Eso sí, consideró necesario que se aclare aún más las causas del despido.
En el documento presentado, la patronal propone además simplificar las 43 modalidades de contrato actuales a un total de seis --indefinido, temporal, fijo discontinuo, de obra y servicio, a tiempo parcial y de formación--, así como "flexibilizar" los contratos a tiempo parcial y de formación.
En su defensa de las propuestas de los empresarios, Rosell advirtió de que "el punto más negro a partir del cual nos tendríamos que recuperar en cuanto a destrucción de puestos de trabajo puede tener lugar con toda probabilidad en el primer trimestre de 2012", pero aseguró que "los empresarios quieren contratar por naturaleza".
El obstáculo, a su modo de ver, es la legislación laboral vigente por el alto coste del despido. "Constatamos ya definitivamente, y los hechos demuestran que la legislación española no sirve para la nueva economía, está obsoleta", señaló el presidente de la patronal antes de apostillar que la vigente legislación laboral "se ha convertido más en una losa que en una posibilidad de creación de empleo".
Según Rosell, "no hay que satanizar la salida del mercado de trabajo", a lo que añadió que es preciso que "si los empresarios tienen que despedir que no tengan los impedimentos que tiene". "Cuanto más facilidades demos a la salida del mercado de trabajo más posibilidades habrá de que los empresarios se atrevan a contratar", añadió.
LOS EMPRESARIOS, ABIERTOS AL COPAGO.
Por otro lado, el documento también hace propuestas para reducir el déficit, partiendo de la reducción del gasto corriente, incluye propuestas para reestablecer el crédito y apuesta por la unidad de mercado, entre otras cuestiones.
Si bien, además aboga por "introducir mecanismos de moderación de la demanda, a través de la participación de los usuarios, en los servicios públicos congestionados". En palabras de Rosell, la CEOE "deja abierta" de esta forma la posibilidad de aplicar el copago en la sanidad, la justicia y la educación.
Más allá de las medidas, Rosell indicó que el documento distribuido es solo un "sumario" en que se sintetizan las propuestas de hasta 102 organizaciones.
Además, dijo que "sería lo más normal del mundo" que ningún partido político se hiciera eco de todas las propuestas que plantea la patronal, si bien dijo: "esperemos que por una vez nos equivoquemos, pero no lo creo".
OTROS DEBATES.
Por otro lado, Rosell apuntó que en el seno de la CEOE también están abriéndose otros debates como la posibilidad de que todos los festivos pasen al lunes, para evitar perder días laborables por puentes.
Asimismo, el presidente de la CEOE confirmó que ha puesto sobre la mesa del Comité Ejecutivo la posibilidad de que los sindicatos entren en los consejos de administración de las empresas. Según ha explicado, se trata de que puedan participar en consejos asesores o de seguimiento, aunque recordó que actualmente, a través de los delegados sindicales, las centrales pueden acceder a todas la información económica de las empresas.
"Podríamos hacer eso oficial", dijo Rosell, antes de añadir que "en esta nueva en la que hay una necesidad imperiosa de reformar la legislación laboral "los empresarios estamos abiertos a todo". Si bien Rosell no escondió que uno de los grandes objetivos de este paso sin precedentes sería que los sindicatos pudieran entender "lo que pasa dentro de las empresas".